A lo largo de la historia, las mujeres han sido excluidas de la generación y validación del conocimiento, así como de los hábitos sociales que conforman la experiencia histórica. En la época en que vivimos las mujeres no sólo tienen que aportar su mirada al conocimiento, sino que también deben ser agentes del conocimiento, siendo preciso que el conocimiento de las mujeres se formalice.
Desde la creación del Instituto de la Mujer, y, a través del mismo, se ha venido impulsando y financiando estudios de las mujeres, feministas y del género. Con el paso del tiempo, el acervo de conocimiento reunido, con la realización de este tipo de estudios, es amplio e importante, de forma que puede afirmarse que este organismo ha contribuido a la consolidación de esta área de conocimiento y, por lo tanto, a explicar el estado y evolución de la sociedad desde la perspectiva de género, ofreciendo caminos nuevos que recorrer para el conjunto de la población, para las personas que ostentan puestos de responsabilidad y para la comunidad científica, incluidas las nuevas generaciones que quieren formarse en esta área del saber o con estos parámetros.
La financiación de investigaciones y estudios de este tipo, por parte del Instituto de la Mujer, se ha llevado a cabo, tradicionalmente, por dos vías diferentes: Por una parte, a través de las convocatorias públicas destinadas a la subvención de investigaciones, que, en el periodo 1996-2007, se hicieron en el marco del Plan nacional de I+D+i, y, por otra, por medio de los Planes de Estudios que, cada año, se aprueban por el departamento ministerial del que depende el Instituto. Desde la creación del Observatorio de la Igualdad de Oportunidades, entre mujeres y hombres, mediante el Real Decreto 1686/2000, también se realizan algunos estudios en el ámbito de este observatorio.
Los trabajos financiados son de muy diversa índole, tanto en cuanto a sus planteamientos, como a la metodología utilizada y los contenidos. En este sentido algunos de ellos son de carácter conceptual, más teóricos y otros tiene una vertiente empírica e, incluso, de aplicabilidad. Las metodologías utilizadas son tanto cuantitativas, como cualitativas o mixtas. Y en cuanto a los temas y materias son también variados: historia, ordenamiento jurídico, demografía, familia, protección social, educación, cultura, empleo y relaciones laborales, salud, participación (política, social y económica), indicadores de igualdad, usos del tiempo, diversidad e inclusión social, ciudadanía, violencia contra las mujeres, etc.